El vegetarianismo se refiere a una práctica dietética que renuncia deliberadamente a los alimentos derivados de animales sacrificados (carne, pescado y subproductos). Hay varias formas de vegetarianismo: los ovo-lacto-vegetarianos comen huevos, productos lácteos y miel, además de plantas; los lacto-vegetarianos incluyen leche y productos lácteos (pero no huevos); los ovo-vegetarianos comen huevos y ovoproductos (pero no lácteos). Los veganos hacen lo mismo, y también evitan utilizar objetos o materiales de origen animal como la lana y el cuero. Los requisitos dietéticos que incluyen elementos vegetarianos ya existían en la antigüedad, al igual que en la mayoría de las grandes religiones. Cuando la Iglesia impuso el ayuno en la Edad Media, permitió el pescado y los cangrejos de río, ya que, según el pensamiento de la época, éstos se reproducían en el agua sin procrear y, por tanto, no se consideraban carne. Sin embargo, la mayoría de la gente se vio obligada a no comer carne por razones económicas (Alimentación). La elección deliberada de una dieta vegetariana fue una excepción.