Este capítulo explora la adopción con la ayuda de una lente sociológica de gran angular. El análisis sociológico pretende revelar las tendencias y contradicciones generales que rodean a una práctica social. El análisis anterior ha identificado una serie de dicotomías inherentes al desarrollo histórico de la adopción, tales como lazos de sangre/vínculos de cuidado, madre ideal/mujer cariñosa, pareja casada/persona soltera, familia heterosexual/familia gay, daltónico/nativista. Estas dicotomías informan las prácticas de adopción actuales al igual que lo han hecho en las generaciones anteriores. La lucha por definir la familia y el interés superior del niño continúa. La gente corriente, en su vida cotidiana, hace la lucha. Las posibles familias adoptivas han luchado continuamente para conseguir los niños que desean; en última instancia, son las personas que definen lo que es una familia. Decir que el racismo estructural ha influido en las políticas y prácticas de adopción no significa que las familias que buscan niños concretos sean racistas. La mayoría sigue estando, como siempre, motivada por su deseo de tener y criar un hijo, a menudo inicialmente uno que se parezca a ellos mismos. Una de las características que definen la revolución de la adopción, exclama Pertman (2000), es “la constatación de la verdad” (p. 71). Tanto si se trata de una adopción nacional interracial, como de una transracial internacional o de un progenitor homosexual, los mensajes de tolerancia y aceptación llegan alto y claro, y la adopción lidera la carga. Algunos dirán que la adopción está rompiendo los muros de los prejuicios y proporcionando una lección de historia viva que hay que aprender y compartir. Eso esperamos. Las lecciones aprendidas de estas experiencias pueden y deben servir de guía para todas las familias y todas las personas que deseen crear su propia familia.