Este texto se ocupa de las identidades culturales contemporáneas. Entre este amplio espectro, se examina los cambios en las industrias de los medios de comunicación y el problema de la identidad cultural en Asia Oriental, dentro de la problemática de la globalización y el poscolonialismo. En general, desde 1980, los principales temas de conversación en los círculos de la industria de los medios visuales han sido la sinergia, la convergencia y la desregulación. En las dos últimas décadas, las industrias de las telecomunicaciones, el cable, el satélite, la televisión y el cine han dado lugar a gigantes de los medios de comunicación a través de muchos tipos de fusiones. Las inversiones masivas necesarias para convertirse en actores principales del mercado global fueron las que básicamente impulsaron estos cambios industriales. Estos cambios del mercado global se han extendido igualmente a Asia, estimulados por el potencial de mercado de sus industrias mediáticas y culturales. A principios de la década de 2000, decenas de sistemas regionales de satélites internacionales cubrían el cielo de Asia. Los servicios de televisión por cable y por satélite ya funcionaban en casi todos los países. Con el inicio de las emisiones de Star TV desde Hong Kong en la década de 1990, empezaron a estar disponibles canales de cable estadounidenses como CNN1, ESPN y HBO. En segundo lugar, junto con estos cambios en el mercado global, el comercio entre los medios de comunicación asiáticos y las industrias culturales se dinamizó enormemente. Como demostraron el análisis sobre Europa y sobre el mercado mundial (o global) a fines de los años 90, también en Asia, en lugar de que la industria estadounidense conquistara el mundo, las industrias regionales se expandieron simultáneamente. Varios investigadores demostraron que en la década de 1990 los programas de televisión de los países asiáticos se interpenetraron. Es un hecho indiscutible que surgió un nuevo “mercado geocultural” en el que las películas, la música y los dibujos animados de Japón entraron en Asia; las películas, la música y los programas de televisión de Corea del Sur entraron en Taiwán y China; y las películas y los programas de televisión de Taiwán y Hong Kong entraron y salieron de China. Un ejemplo representativo es el servicio por satélite Phoenix, que conecta China, Taiwán, Hong Kong y el sudeste asiático. Se creó mediante una empresa conjunta entre Star TV, dos empresas de Hong Kong y una empresa de China continental.