Las autopistas son carreteras segregadas dedicadas al tráfico motorizado troncal. La superautopista es una clase de autopista con dos o más carriles en cada sentido, diseñada y regulada para ser utilizada únicamente por el tráfico motorizado rápido. Inventado en Italia en 1922, el modelo de autopista resultó especialmente adecuado para el tráfico de alta velocidad. Sueño de los primeros ingenieros de tráfico, este tipo de infraestructura dedicada exclusivamente a la circulación de automóviles debía garantizar la fluidez de las grandes ciudades y acelerar los enlaces interurbanos en competencia directa con el tren. Fuera de las ciudades, empezaron a establecerse redes viarias coherentes, aunque en épocas diferentes de un país a otro. Así ocurrió en Alemania durante los años 30, pero, como era de esperar, fue en Estados Unidos donde se consiguieron los mayores logros, para satisfacer una demanda y un parque automovilístico sin precedentes.