La salud mental fue definida una vez como el estado psicológico que existe en ausencia de enfermedad mental. El pensamiento científico social contemporáneo, sin embargo, ha abandonado la visión de que la salud mental y las enfermedades mentales son una antítesis entre sí. Ahora, la falta de enfermedades mentales ya no implica simplemente la presencia de la salud mental, al igual que la falta de salud mental ya no sugiere la presencia de enfermedades mentales. Así, el término salud mental se refiere a un estado psicológico social mayor que la mera ausencia de enfermedad mental. Por otra parte, algunos investigadores académicos sugieren que la salud mental puede estar presente en los individuos diagnosticados con enfermedad mental, una posición que presta un mayor apoyo a la opinión que la salud mental y las enfermedades mentales no deben ser tratadas como categorías opuestas.
El derecho de la salud mental incluye una amplia variedad de temas legales y se refieren a las personas con un diagnóstico o posible diagnóstico de una afección de salud mental, y a los involucrados en la gestión o tratamiento de estas personas. Las leyes relacionadas con la salud mental incluyen, entre otros, las normas sobre empleo, incluidas las leyes que prohíben la discriminación en el empleo en función de una condición de salud mental, que puedan requerir una acomodación razonable en el lugar de trabajo y proporcionan un perimiso laboral relacionado con la salud mental; normas sobre seguros, incluyendo leyes que rigen la cobertura de salud mental por planes de seguro médico, seguro de incapacidad, compensación de trabajadores, y seguro de incapacidad de la seguridad social; las normas sobre vivienda, incluyendo la discriminación y zonificación; o las normas sobre educación, incluyendo leyes que prohíben la discriminación, y leyes que requieren acomodaciones razonables, acceso igualitario a programas y servicios, y educación pública apropiada y gratuita.